Examen y evaluación del
Programa de Acción Mundial
para los Impedidos
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III. PROGRESOS ALCANZADOS Y OBSTÁCULOS ENCONTRADOS EN LA APLICACIÓN DEL PROGRAMA DE
ACCIÓN MUNDIAL PARA LOS IMPEDIDOS DURANTE EL PERÍODO TRANSCURRIDO DESDE EL DECENIO DE
LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS IMPEDIDOS
A. Progresos atribuibles a la estrategia a largo plazo para promover la aplicación
del Programa de Acción Mundial para los Impedidos hasta el Año 2000 y Años
Subsiguientes
En su segundo examen y evaluación de la aplicación del Programa de Acción Mundial de
1992, el Secretario General observó que, a pesar de la acción conjunta a los niveles
nacional e internacional, los datos disponibles sugerían que los progresos en el logro de
los objetivos del Programa de Acción Mundial habían sido lentos (A/47/415 y Corr.1,
párr. 5). Se desprenden resultados similares de un estudio a fondo sobre los derechos
humanos y las personas con discapacidades preparado por el Relator Especial de la
Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías10. En ambos informes se señaló que había sido un logro del
Decenio el aporte de informaciones que contribuyeron a una mayor comprensión y conciencia
acerca de las cuestiones relativas a la discapacitación y la situación de las personas
impedidas.
En la resolución 47/88 la Asamblea General tomó nota del informe sobre la segunda
serie de actividades de examen de la ejecución del Programa de Acción Mundial y del
Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos y reafirmó la validez y el valor
permanentes del Programa de Acción Mundial, que constituía un marco sólido e innovador
para las cuestiones relativas a las incapacidades. La Asamblea, en su resolución 48/99
pidió al Secretario General que elaborara una estrategia a largo plazo para continuar la
aplicación del Programa de Acción Mundial. La estrategia a largo plazo para promover la
aplicación del Programa de Acción Mundial para los Impedidos hasta el año 2000 y años
subsiguientes fue hecha suya por la Asamblea mediante su resolución 49/153.
No obstante, los datos de que se dispone sugieren que pocos países han establecido sus
objetivos a mediano plazo para el período comprendido entre 1997 y el año 2002, según
lo previsto por la Estrategia. Algunos países aún no han establecido un grupo de trabajo
para estrategia nacional ni han convocado los foros consultivos; otros ya formularon sus
declaraciones de políticas y fijaron los objetivos de mediano plazo para lograr una
sociedad para todos, dentro del marco de los planes nacionales de desarrollo; también se
reflejan las cuestiones de discapacidad en la selección de los primeros marcos de
cooperación nacionales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El progreso alcanzado como resultado de la Estrategia a largo plazo puede atribuirse a
dos de sus características principales. En primer lugar, la Estrategia está centrada en
la creación de objetivos concretos para continuar la aplicación del Programa de Acción
Mundial e identificar los indicadores para medir el progreso en el logro de estos
objetivos. Esto es una consideración de importancia, habida cuenta de las mejoras que se
han producido desde el final del Decenio en las bases cuantitativas para los análisis de
políticas, la fijación de objetivos y la elaboración de indicadores en la esfera de la
discapacidad. Como se examina luego, la primera edición del Compendio de Datos
Estadísticos sobre los Impedidos11 se ha basado en datos
recopilados en 1988 en 55 países; la segunda versión de la base de datos de
estadísticas sobre discapacidad de la División de Estadística de la Secretaría de las
Naciones Unidas, que se está recopilando actualmente, abarca más de 100 países.
Además, el Programa de Acción para el Decenio de los Discapacitados para la Región de
Asia y el Pacífico, 1993-2002, ha identificado objetivos a nivel regional para el
cumplimiento inmediato y a mediano plazo.
En segundo lugar, la Estrategia alienta a los países a aplicar la flexibilidad,
iniciativa e innovaciones para determinar sus propios objetivos e indicadores. Si bien los
datos de que se dispone no sugieren que esta flexibilidad tenga por resultado la
formulación de planes nacionales a largo plazo según lo contemplado en la Estrategia,
existen indicios de que varios países están aplicando criterios a nivel popular para
identificar una serie de objetivos prácticos de discapacidad pertinentes a su propia
experiencia, cultura y condiciones de desarrollo histórico12.
Pueden surgir tres dificultades en la aplicación de la Estrategia a largo plazo. En
primer lugar, no brinda directrices sobre la formulación de opciones para las actividades
conducentes a la fijación de objetivos en condiciones de escasez de recursos financieros
- una situación que se experimenta continuamente en muchos países tras el Decenio. En
segundo lugar, no sugiere criterios para la fijación de prioridades entre las
alternativas para la adopción de medidas. En tercer lugar, la flexibilidad inherente de
la Estrategia puede conducir a una mayor preocupación con el proceso que con sus
resultados concretos.
B. Progresos que pueden atribuirse a las Normas Uniformes sobre igualdad de
oportunidades para las personas discapacitadas
En su período de sesiones en curso, la Asamblea tiene ante sí el segundo informe del
Relator Especial sobre Discapacidad de la Comisión de Desarrollo Social sobre la
vigilancia de la aplicación de las Normas Uniformes (A/52/56, anexo). Más adelante se
exponen las consecuencias de las conclusiones del informe para el desarrollo de
políticas, la vigilancia y la evaluación, desde la perspectiva de la discapacidad.
En la preparación de su segundo informe, el Relator Especial obtuvo un buen número de
respuestas de los gobiernos y de la comunidad no gubernamental: 83 gobiernos y 163
organizaciones no gubernamentales enviaron sus respuestas. Si bien el informe se basa en
las respuestas de los gobiernos, cabe señalar que se encontraban a disposición del
Relator datos provenientes de 126 países; los gobiernos de 30 países ofrecieron
respuestas sin contribuciones de la comunidad no gubernamental y las organizaciones no
gubernamentales de 43 países presentaron respuestas sin un aporte gubernamental.
El Relator Especial observó que si bien ningún país había cumplido plenamente con
las Normas Uniformes, los datos de que se dispone sugieren que estas Normas brindan
directrices útiles para elaborar una legislación en materia de discapacitación,
formular los planes nacionales y evaluar los programas y políticas. Cerca del 85% (70 de
83) de los países que respondieron al cuestionario de la segunda serie afirmaron contar
con una política nacional en materia de discapacidad, lo cual constituye la condición
previa para la igualdad de oportunidades para las personas discapacitadas, y el 81% (64 de
79) comunicaron que la adopción de las Normas había llevado a iniciativas
gubernamentales para fomentar la conciencia y brindar información en provecho de la plena
participación e igualdad de las personas discapacitadas.
Los datos disponibles sugieren que la cuestión de los derechos humanos de las personas
discapacitadas han adquirido mayor importancia en el marco general de los derechos humanos
desde el final del Decenio. En 1996, la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y
Protección a las Minorías examinó la labor de tres órganos establecidos en virtud de
tratados de las Naciones Unidas en cuanto a los derechos humanos y las personas
discapacitadas: el Comité de los Derechos del Niño; el Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales; y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la
Mujer13. Además, el Relator Especial sobre Discapacidad
presentó un informe a la Subcomisión en mayo de 1996 sobre los aspectos del desarrollo
social y la dimensión de los derechos humanos de la aplicación de las Normas Uniformes14.
Los datos sobre la aplicación en las esferas de los objetivos instrumentales para la
participación en pie de igualdad sugieren que el progreso ha sido limitado. El informe de
la segunda serie está centrado en la aplicación de la Norma 6 (Educación) y la Norma 7
(Empleo), por ser éstas las dos esferas sustantivas que cita el Programa de Acción
Mundial como de importancia para lograr la igualdad de oportunidades para los
discapacitados. En cuanto a la Norma 6, los datos obtenidos en cooperación con la UNESCO
indican que el papel que incumbe a los padres en la toma de decisiones acerca de la
ubicación de sus hijos en instituciones de educación especial ha sido reconocida
plenamente en sólo el 41% de los países que presentaron informes (22 de 53). Los niños
con necesidades de educación especial permanecen predominantemente en sistemas educativos
separados en muchos países y su tasa de escolaridad es baja. En más de las dos terceras
partes de los países que presentaron informes (33 de 48), menos del 1% de los alumnos
están matriculados en programas de educación especial; por lo tanto su integración
sigue siendo un objetivo para el futuro.
Se observaron resultados similares en cuanto a la Norma 7 y el fomento de un modo de
vida sostenible para las personas discapacitadas en general. Los datos obtenidos en
cooperación con la OIT indican que sólo un quinto de los países han comunicado que
aplican en su totalidad el Convenio No. 159 de la Organización Internacional del Trabajo
sobre la readaptación profesional y el empleo de personas inválidas. Las medidas de
menor cumplimiento se refieren a la rehabilitación profesional en las zonas rurales, la
cooperación con las organizaciones de personas discapacitadas y la disponibilidad de
personal calificado. No obstante, casi todos los países declaran aplicar medidas contra
la discriminación en el empleo.
Ambas series de resultados sugieren un mayor interés en el proceso que en el
resultado. Si bien el informe de la segunda serie del examen señaló progresos en las
esferas de las políticas y la legislación, no está claro cuánto se ha avanzado en la
mejora de la vida de los discapacitados en las zonas que constituyen objetivos
instrumentales. El progreso alcanzado como resultado de las Normas puede atribuirse a las
tres características que cita el Relator Especial. En primer lugar, las Normas son
concisas y están centradas en un único tema, la igualdad de oportunidades, lo cual hace
que sean comprensibles y accesibles tanto para los gobiernos como para las personas
discapacitadas. En segundo lugar, al estar centradas en la adopción de medidas a nivel
nacional, indican ciertas esferas que los interesados en las cuestiones de discapacidad
pueden insistir en que se pongan en práctica. En tercer lugar, su mecanismo de examen
respalda y brinda ayuda a las actividades de promoción de las partes interesadas.
Cuatro años es un período muy corto para determinar precisamente qué aspectos de las
Normas pueden contribuir al progreso o pueden constituir obstáculos. De hecho, es
improbable que las Normas creen obstáculos, habida cuenta del amplio reconocimiento y
apoyo que reciben. En el caso de la Estrategia a largo plazo debe brindarse consideración
a la elaboración y el examen de métodos y procedimientos para formular distintas
opciones a fin de llevar las Normas, a la práctica superar la escasez de recursos, fijar
prioridades e identificar medidas verificables de los resultados.
C. Bases cuantitativas para evaluar el progreso e identificar los obstáculos en la
aplicación del Programa de Acción Mundial
Los datos sobre discapacidad han sido recopilados activamente por las Naciones Unidas
desde el decenio de 1980 y fueron publicados por primera vez en 1990 en el Compendio de
datos estadísticos sobre los impedidos11. No obstante, en
los 15 años transcurridos desde la adopción del Programa de Acción Mundial, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que más de 500 millones de habitantes
del mundo son personas impedidas o discapacitadas, una estimación ampliamente aceptada.
Los datos sobre discapacidad brillan por su ausencia en un reciente examen del compendio
de datos de informes selectos sobre el desarrollo preparados por el grupo del Banco
Mundial y órganos y organizaciones del sistema de las Naciones Unidas. Constituyen
notables excepciones los datos sobre discapacidad incluidos en el Informe sobre Desarrollo
Humano de 199715, y los datos de las encuestas del Atlas of
South Asian Children and Women16.
La labor metodológica, el análisis y la reunión de datos de la División de
Estadística de la Secretaría de las Naciones Unidas indican un creciente volumen de
datos nacionales sobre discapacidad en el período transcurrido desde finales del Decenio,
pero también grandes diferencias en los métodos utilizados por unos y otros países para
determinar qué personas se consideran discapacitadas. Es necesario establecer directrices
y normas internacionales para reunir datos sobre discapacidad, para que los índices
puedan ser más comparables y significativos, dentro de los países y entre ellos. La
División de Estadística ha realizado trabajos para elaborar una metodología
estadística para la reunión y compilación de datos sobre la población con
discapacidades, de los que se da cuenta en la sección IV infra.
En cuanto a las estadísticas disponibles para evaluar la situación de las personas
con discapacidades, en un informe preparado por consultores para la Secretaría de las
Naciones Unidas17 indica que es posible llegar a
determinadas conclusiones sobre modelos demográficos, educación y actividad económica
entre personas con discapacidades. El informe se basaba en la primera versión de la base
de datos sobre estadísticas de discapacidad de las Naciones Unidas18 y en un análisis de material más extenso para cuatro
países: Australia, Botswana, China y Mauricio19:
a) Predominio de la discapacidad por edades. En los cuatro países citados en la
reciente encuesta de datos de censos (Australia, Botswana, China y Mauricio) la
discapacidad aumenta con la edad. Después de los 45 años el predominio de la
discapacidad aumenta significativamente con cada decenio de vida, por ejemplo, los datos
del censo de Botswana indican que las personas de 65 años y más tienen tasas de
discapacidad ocho veces mayores que la de la población total; y los datos de la encuesta
proveniente de Australia indican una tasa de incidencia de personas gravemente
discapacitadas que aumenta al doble de la tasa de incidencia para todos los grupos de edad
en la cohorte de 65 a 69 años a tres veces para la cohorte de 70 a 74 años. La base de
datos de discapacidad sugiere tendencias similares para la discapacidad entre los 55
países que presentaron informes, con la excepción de los trastornos mentales,
intelectuales y del habla, cuyos índices son a veces más elevados entre los jóvenes;
b) Logros educativos. La base de datos sobre discapacidad en los resultados de China y
Mauricio sugieren que los logros de la educación entre las personas discapacitadas son
considerablemente menores que para la totalidad de la población. En Botswana los niveles
de educación de los discapacitados son próximos a la de la totalidad de la población,
si bien en condiciones de escolaridad primaria, vale decir al nivel más común de
enseñanza. En Australia, los niveles de logro educacional entre los discapacitados son
también relativamente próximos a los de la totalidad de la población, hasta llegar al
nivel de la enseñanza postsecundaria;
c) Actividades económicas. Los datos de que se dispone sugieren que una proporción
menor de la población discapacitada cumplía actividades económicas que la población en
su totalidad. Además, las mujeres discapacitadas tenían niveles más bajos de
participación en la fuerza laboral y niveles más elevados de desempleo que el total de
la población femenina.
Una esfera de interés estadístico especial se refiere a la reunión de datos sobre la
discapacidad asociada con las minas terrestres antipersonal y municiones sin detonar. Los
datos de que se dispone de las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja
y la Sociedad de la Media Luna Roja sugieren la existencia de unos 110 millones de minas
antipersonal en más de 60 países, que hieren o matan a unas 500 personas por semana.
Desde el punto de vista del desarrollo, cuesta aproximadamente 100 veces más la remoción
de una mina terrestre que su colocación. Además esto se suma a los costos indirectos a
la sociedad, provenientes de la pérdida de productividad de las personas discapacitadas
por minas terrestres y municiones sin detonar y los costos directos de su tratamiento y
rehabilitación. El Departamento de Asuntos Humanitarios de la Secretaría de las Naciones
Unidas recopila actualmente tres series de datos no paramétricos y cualitativos: a)
informes sobre programas de remoción de minas en los países que cuentan con apoyo, b)
informes nacionales y regionales y c) víctimas e incidentes20.
D. Factores que influyen en la ejecución del Programa de Acción Mundial
En el primer examen y evaluación se determinaron tres conjuntos de factores que
habían influido en la ejecución del Programa de Acción Mundial: los recursos, las
políticas y los marcos institucionales. A continuación se analizarán estos factores a
fin de realizar un estudio comparativo de las tendencias.
1. Marco de recursos: conocimientos, personas, aptitudes y financiamiento
El conjunto de conocimientos sobre cuestiones relacionadas con la discapacidad ha
aumentado considerablemente desde que finalizó el Decenio. Los adelantos que se han
producido en las tecnologías de adaptación y en las capacidades de información y
comunicaciones han generado más y mejores oportunidades de acceso y participación. Tales
adelantos tecnológicos han tenido especial relevancia en la promoción de la creación y
el desarrollo de comunidades virtuales de interés21. La
creación de capacidades nacionales y los adelantos metodológicos en la esfera de la
detección temprana y la rehabilitación están contribuyendo a mejorar el nivel de vida
de los niños y jóvenes con discapacidad. No obstante, las limitaciones financieras que
se derivan de los bajos niveles de crecimiento que persisten en la mayoría de las zonas
del mundo pueden influir en la naturaleza y el ritmo de las investigaciones y las
innovaciones en la esfera de la discapacidad. La cuestión de dar la prioridad adecuada a
los recursos técnicos, financieros y de personal para lograr la participación plena y la
igualdad sigue exigiendo una solución urgente. Según se observa en el Informe sobre el
Desarrollo Humano, 1997, los países en desarrollo como grupo asignaron en 1990, la fecha
más reciente de la que hay datos comparables, una media del 2,1% del producto interno
bruto a la esfera de la salud; en el informe no se presentan datos comparables
correspondientes al grupo de países que se clasifican como industrializados22.
2. Marco de las políticas
En el marco de las políticas del Programa de Acción Mundial se alentó a adoptar un
método tripartito de ejecución y supervisión que se ha mantenido y ha contado con más
participación de organizaciones no gubernamentales interesadas desde el final del
Decenio. En los últimos años se ha reconocido la relación existente entre prevención,
rehabilitación e igualdad de oportunidades, lo que ha contribuido a una ejecución más
eficaz. La equiparación de la igualdad de oportunidades con los objetivos del Programa
relativos a prevención y rehabilitación ha ofrecido un marco para despertar el interés
en las cuestiones relacionadas con la discapacidad en la esfera general del desarrollo y
promover el análisis y la formulación de políticas en que se tengan en cuenta dichas
cuestiones. El Programa de Acción Mundial sigue siendo un marco válido y amplio para la
formulación y evaluación de políticas desde la perspectiva de la discapacidad.
3. El marco institucional, incluidos los mecanismos de coordinación
Tras haber incluido el Decenio, los órganos y organizaciones interesados del sistema
de las Naciones Unidas siguen utilizando mecanismos interinstitucionales para celebrar
consultas y promover medidas coordinadas en apoyo del Programa de Acción Mundial. No
obstante, está surgiendo una tendencia en que los miembros interesados del sistema
adoptan medidas conjuntas sobre temas específicos relativos a la discapacidad, algunas
veces en colaboración con organizaciones no gubernamentales interesadas. Por ejemplo, en
el 35º período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Social se presentó una breve
introducción a las actividades de cooperación establecida entre las Naciones Unidas y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Academy for International
Education, una organización no gubernamental, en la organización del "Curso
práctico mundial sobre los niños con discapacidad de los países en desarrollo" que
se celebró en Washington D.C. del 5 al 7 de febrero de 1997. El tratamiento que ha dado
la Comisión a la cuestión está reflejado en su recomendación al Consejo Económico y
Social de la resolución titulada "Los niños con discapacidad"23.
La elaboración permanente de la Clasificación Internacional de Deficiencias,
Discapacidades y Minusvalías de la OMS24 constituye una
esfera fundamental para la acción coordinada. La Clasificación desempeña una función
importante en la codificación y elaboración de esquemas de sistematización. Mientras
las actividades se centran en la actualidad en lograr una mayor normalización y utilizar
términos menos peyorativos relativos a las personas con discapacidad, una cuestión que
cobra cada vez más importancia es la definición de factores relativos al entorno
adecuados a cuestiones tradicionales de la Clasificación. En las Normas Uniformes se
señala a este respecto:
"Minusvalía es la pérdida o limitación de oportunidades de participar en la
vida de la comunidad en condiciones de igualdad con los demás. La palabra `minusvalía'
describe la situación de la persona con discapacidad en función de su entorno."25
Aunque el término "minusvalía" ha sido objeto de controversia, los
elementos que se atribuyen a dicho término en el sistema de clasificación de la
Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías, en particular
la independencia, la utilización del tiempo, la integración social y la autonomía
económica, han sido útiles para determinar esferas de participación que deben
promoverse en el Programa de Acción Mundial. Los logros alcanzados en la ejecución del
Programa han permitido reflejar en la Clasificación la importancia de los factores
relativos al entorno en la promoción o limitación de la igualdad de oportunidades de las
personas con discapacidad.
42. Desde que finalizó el Decenio se han introducido dos nuevos mecanismos de
coordinación: el Relator Especial sobre Discapacidad, que cuenta con la ayuda de su grupo
de expertos y que promueve actividades, sobre todo a nivel interregional, en apoyo de las
Normas Uniformes. El Decenio de los Discapacitados de la Región de Asia y el Pacífico
(1993-2002) proporciona un marco para promover y coordinar las medidas a nivel regional.
Notas
10 Los derechos humanos y las personas con discapacidades; Serie de
Derechos Humanos (publicación de las Naciones Unidas, número de venta: S.92.XIV.4 y
corrección).
11 Estadísticas sobre grupos especiales de población, serie Y, No. 4
(publicación de las Naciones Unidas, número de venta S.90.XVII.17).
12 Por ejemplo, un intercambio técnico internacional organizado por
la Federación Nacional de los Discapacitados de Islandia, en cooperación con el
Ministerio de Asuntos Sociales de Islandia, para examinar las medidas y estrategias para
brindar oportunidades de mejorar la vida de las personas discapacitadas, celebrado en
Reykjavik del 1º al 3 de junio de 1994. En la esfera de la igualdad de oportunidades, la
Federación de Guinea para Fomentar la Asociación de Personas Discapacitadas organizó,
en cooperación con el Ministerio de Trabajo, Asuntos Sociales y Empleo de la República
de Guinea, el "Seminario del África Occidental sobre Legislación Nacional en
materia de Discapacidad" celebrado en Conakry del 12 al 15 de mayo de 1995, que
constituyó el primer intercambio de este tipo en la región. El Ministerio de Empleo y
Bienestar Social de Ghana organizó en Accra, del 21 al 25 de agosto de 1995, el primer
Seminario regional africano sobre comités nacionales de coordinación en la esfera de la
discapacidad. En Asia y el Pacífico, el Gobierno de Malasia organizó en Kuala Lumpur, en
diciembre de 1996, un seminario internacional sobre la acción colaborativa multisectorial
para las personas discapacitadas y la República de Filipinas organizará en Manila, en
diciembre de 1997, una Conferencia de Asia y el Pacífico sobre cuestiones y estrategias
relativas a los comités nacionales de coordinación.
13 Véase E/CN.4/Sub.2/1996/27.
14 Ibíd., cap. II.
15 PNUD, informe sobre el desarrollo humano, 1997 (Londres y Nueva
York, Oxford University Press), cuadro 13, "Perfil de la salud". Es importante
señalar que los datos sobre personas con discapacidad abarcan desde 1985 hasta 1992. Un
examen de la fuente de datos indica las distintas definiciones de discapacidad en uso y
los diferentes niveles de cobertura en la población, la totalidad de la población o
sólo ciertas cohortes, y que algunos datos provienen de encuestas especiales, mientras
que otros son datos de censos. Resumiendo, estos datos no son aplicables para fines de
análisis comparativos.
16 UNICEF, Atlas of South Asian Children and Women (Katmandú, Oficina
Regional del UNICEF para el Asia Meridional, 1996). Los datos de las encuestas incluyen
cuatro factores cuyas carencias o niveles pueden resultar en deterioro físico o
discapacidad: deficiencia de vitamina A, deficiencia de yodo, tasas de yodización de las
sales y anemia ferropriva. El atlas abarca Bangladesh, Bhután, la India, las Maldivas,
Nepal, el Pakistán y Sri Lanka.
17 Lawrence D. Haber y John E. Dowd, "A Human development agenda
for disability: statistical considerations" (documento no publicado, presentado a la
División de Estadística de las Naciones Unidas, 24 de enero de 1994), pág. 3.
18 DISTAT, versión 1, terminada en 1988, contiene estadísticas sobre
discapacidad de encuestas nacionales por hogares, censos de población y registros
demográficos o civiles de 55 países (véase publicación de las Naciones Unidas, numero
de venta: S.90.XVII.17).
19 Australia, "National disability survey" (1988); una
encuesta relativa a medidas aplicables en casos de discapacidad grave. Botswana,
"National census of population and housing" (1991); las preguntas de los censos
contienen medidas frente a discapacidad grave. China, "National sample survey of the
handicapped" (1987); una encuesta que se ocupa de medidas en casos de discapacidad
grave. Mauricio, "National census of population and housing" (1990); las
preguntas del censo abarcan medidas en casos de discapacidad grave.
20 Los datos de las Naciones Unidas sobre remoción de minas se
encuentran en la Internet en http://www.un.org, bajo el símbolo "asuntos
humanitarios".
21 El concepto de las "comunidades virtuales de interés" se
examina en Tom Peters, The Pursuit of WOW! (Nueva York, Vantage, 1994) y en Nicholas
Negroponte, Being digital (Nueva York, Knopf, 1995). Véase también la nota 31 infra
sobre el impacto de las tecnologías basadas en la Internet para la potencialización de
las "comunidades virtuales" interesadas en personas con discapacidad en
Singapur.
22 PNUD, informe de desarrollo humano, 1997, op. cit. cuadro 13.
23 Documentos Oficiales del Consejo Económico y Social, Suplemento
No. 6 (E/1997/26-E/CN.5/1997/11) capítulo I, proyecto de resolución III. El Consejo
aprobó ulteriormente el proyecto de resolución (resolución 1997/20).
24 OMS, Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y
Minusvalías (Ginebra, 1980, reimpresión 1993).
25 Resolución de la Asamblea General 48/96, anexo, párr. 18.
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